El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y el de la Generalitat de Cataluña, Artur Mas, han protagonizado un frío saludo antes de empezar este miércoles la reunión en la Moncloa en la que, entre otras cuestiones, han hablado sobre la consulta prevista para el 9 de noviembre. El jefe del Ejecutivo central no ha bajado las escaleras para recibir al presidente catalán aunque le ha esperado con la mano extendida para saludarle y el saludo ha sido tan fugaz que han tenido que repetirlo a petición de los reporteros gráficos.

Mas ha llegado a las once de la mañana, como estaba previsto, y el coche le ha dejado a unos metros de donde le esperaba Rajoy, quien no ha bajado las escaleras para recibirle aunque sí lo hizo el lunes cuando se reunió con el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez. Mientras intercambiaban algunos comentarios y casi sin sonrisas y sin mirarse cara a cara, se han saludado una segunda vez a petición de los reporteros gráficos y delante de las banderas de España, de la UE y de Cataluña, donde ha habido un instante en el que Mas ha puesto la mano en la espalda de Rajoy.

A renglón seguido, ambos han accedido al interior del edificio para dar comienzo a su reunión, se han sentado en sillones contiguos y han comentado sus planes vacacionales para las próximas semanas mientras los fotógrafos y cámaras de televisión tomaban imágenes. Rajoy ha preguntado a Mas qué tiene previsto hacer y éste ha contestado que pasará unos días en Menorca, como suele hacer cada año. A continuación, Rajoy le ha explicado sus planes para las tres semanas de vacaciones que en principio tiene previstas.

Es la cuarta vez que ambos presidentes se entrevistan desde las elecciones de 2012. La primera vez, en septiembre de ese año, Mas reclamó el pacto fiscal y, tras el rechazo del Gobierno, convocó elecciones anticipadas para incluir la consulta soberanista en su programa electoral. Las otras dos fueron en secreto, en marzo y agosto de 2013. También han coincidido en actos protocolarios y, en alguna ocasión, han llegado a eludirse.

El encuentro se ha celebrado en un clima marcado por la confesión de Jordi Pujol sobre las cuentas sin declarar en el extranjero, por la renovación de CiU tras la marcha de Josep Antoni Duran Lleida y Oriol Pujol, por el anuncio del Gobierno de que todavía no reformará el sistema de financiación, así como por la publicación de las balanzas fiscales, que pese a admitir cierto déficit, rebajó a la mitad el calculado por la Generalitat.

Como estaba previsto, ambos dirigentes no han alcanzado ningún acuerdo sobre la consulta pese a los continuos ofrecimientos al diálogo. Mas ha insistido que es la voluntad de los catalanes y Rajoy, igual que Sánchez, sostenido que no se puede celebrar porque es ilegal y la Constitución no la permite. Tras finalizar el encuentro, que ha durado dos horas y media, Mas se ha dirigido a la sede del Ejecutivo catalán en Madrid, en el Centro Cultural Blanquerna, como hizo en 2012, donde valorará el encuentro a las 14.30 horas.

El Gobierno central ha emitido un comunicado de prensa de tres páginas y ha publicado tres tuits en el perfil de Twitter de Rajoy sobre la reunión, pero la única que ha hablado ha sido la líder del PP catalán, Alicia Sánchez-Camacho, quien ha valorado el encuentro desde Barcelona poco antes de que compareciera Mas en Madrid. La popular ha explicado que Rajoy ha transmitido a Mas su "deseo y compromiso" de seguir trabajando para solucionar "los problemas reales" de los catalanes, como son la crisis, el paro y las desigualdades sociales, y para garantizar los servicios públicos. Ha recordado que el Gobierno ya lo hace dando liquidez a la Generalitat a través del ICO y del Fondo de Liquidez Autonómica.

En cuando a la "consulta ilegal", Sánchez-Camacho ha explicado que Rajoy ha reiterado a Mas que "no es legal, no tiene cobertura legal ni la tendrá con la ley de consultas y no se va a celebrar", como ya determinó el Congreso de los Diputados, el Tribunal Constitucional y el PSOE. "Fuera de la ley no hay nada que hablar porque afectaría a nuestro estado de derecho", ha subrayado la popular, quien ha agregado que hay que "trabajar por la convivencia, que es lo que se ha hecho y lo que se seguirá haciendo".

Ya en la sede del Govern catalán en Madrid, Mas he hecho un breve resumen sobre el encuentro con Rajoy, primero en catalán y en castellano después —aunque ha sido interrumpido por un espontáneo de las juventides de la Falange que ha gritado 'Visca España. Mas traïdor'—, en el que ha valorado positivamente que haya un "clima de diálogo abierto" pues "hablando se entiende la gente y siempre que haya puertas abiertas al diálogo puede haber soluciones". Por eso, considera que "hoy no es el final de nada". Sin embargo, ha lamentado que el presidente del Gobierno se oponga de forma taxativa a la consulta sin ofrecer "ninguna propuesta alternativa".

Pese a la negativa, Mas le ha dicho que su mensaje es el mismo que hace un año: "Estamos decididos a hacer la consulta, tenemos la pregunta, la fecha, el apoyo social y parlamentario muy amplio tras las elecciones de 2012, y queremos hacerlo dentro de un marco legal y a poder acordado con el Estado, a la británica. Es nuestro deseo, lo ha sido siempre", ha aseverado el presidente catalán, quien entiende que "los problemas de legalidad se pueden superar con voluntad política".

"Y lo que no hay es ninguna oferta para solucionar el conflicto político entre Cataluña y el resto del Estado", ha agregado el presidente catalán quien esperaba alguna propuesta, pero "no existe". "Si no se hace así (con la consulta), no habrá solución estable ni buena", ha advertido y ha añadido que si el Tribunal Constitucional anula la convocatoria del 9-N, "entraremos en otra fase". Además, a diferencia de agosto de 2012, "solamente con el pacto fiscal no salimos de donde estamos". En este sentido, ha reiterado que si se aboga por una tercera vía, debe proponerla el Estado porque la Generalitat ya las ha propuesto muchas veces a lo largo de la historia.

Pero la consulta no ha sido el único tema tratado durante las dos horas y media de reunión. Mas le ha entregado un documento con 23 temas que no son la consulta ni el derecho a decidir y "afectan el día a día" de los catalanes, como la economía, los servicios públicos, las deudas del Estado o la invasión competencial. Mas ha recordado a Rajoy que Cataluña está "infrafinanciada, lo que pone en peligro la calidad de los servicios públicos", como la sanidad, la educación o los servicios sociales.

"Le he hecho entender que hay formas para que las autonomías, en general, y Cataluña, en particular, estén mejor financiadas", ha dicho Mas, quien ha recordado que el 1 de enero debía haber entrado en funcionamiento el nuevo modelo de financiación y que la Generalitat cuenta con menos recursos porque el Estado no cumple las leyes ni los acuerdos. También ha recordado que la economía española crece pero que Cataluña recibirá del Estado este año 500 millones de euros menos que en 2013.

Más distendido que el martes, cuando anunció que Pujol renunciaba a sus privilegios como expresidente, Mas ha recordado a Rajoy que hay pendientes "infraestructuras básicas y esenciales para la economía", como el tren lanzadora entre la estación de Sants y la terminal T1 del Aeropuerto de Barcelona que podría hacerse a través de una concesión privada, o los accesos ferroviarios y viarios a los puertos de Barcelona y Tarragona, "licitados y adjudicados desde hace meses".

También ha lamentado la "regresión competencial", la "invasión absurda pero dolorosa" que supone el decreto Wert, los recortes en becas universitarias, en centros especiales de trabajo para personas con discapacidad, en políticas activas de ocupación, en dependencia... y ha planteado la necesidad de recuperar el poder adquisitivo de los empleados públicos de Cataluña, pues "son de los que menos cobran pese a que Cataluña es la economía más productiva del país".