Están pendientes de una firma. Solo de una que les autorice a meter sus coches en las plazas de garaje que compraron hace once años y que nunca han utilizado. Primero porque no estaban acabadas y, desde el 4 de febrero, porque no tienen la firma que necesitan. La madre del promotor de las viviendas, Juani Martínez, decidió ayer sentarse ante la puerta de las oficinas municipales de Urbanismo a reclamar una solución para las cincuenta familias afectadas por esta situación.

"El lunes me encadeno", amenazaba Martínez, que ayer se llevó una cadena, pero que no quiso utilizar para intentar que la atendieran "por las buenas". No lo consiguió.

El presidente de la comunidad de vecinos, Juan Sanfiz, explica que, al principio, cuando compraron los pisos, hace once años, las plazas de garaje no estaban terminadas y que sabían que tendrían que esperar un tiempo para poder utilizarlas pero que "hace un mes", les dijeron en Urbanismo que todo estaba correcto, así que algunos de los propietarios se dieron de baja de las plazas de garaje que ocupaban y, ahora, tienen sus turismos en la calle.

El presidente de la comunidad asegura que solo les falta el visto bueno del Concello para entrar en sus garajes, al igual que la madre del promotor. Esta es su versión, que es la única que ha podido conocer este diario, ya que, a pesar de haber preguntado al Gobierno local sobre este asunto, al cierre de esta edición no había recibido respuesta.

Juani Martínez asegura que no es plato de buen gusto estar a las puertas de Urbanismo tratando de encontrar una respuesta pero que es la única solución que le queda, porque ninguna de las solicitudes de reunión con el director de Urbanismo, César de Jesús Otero, que formalizó dio resultado. "Con María Hernández (del departamento de licencias y disciplina) ya no las pido", comentaba ayer Martínez y es que, según asegura, la firma que falta es la suya y que se niega a estamparla. "Dice que va por turno, pero nosotros llevamos once años con este tema, así que, supongo que nos tocará algún día", decía ayer Martínez, que denuncia un "trato vejatorio" en Urbanismo, no de los funcionarios que la atienden cuando lo requiere, sino de sus superiores. "¿Qué te vamos a decir que no sepas?", le dijo un trabajador a la mujer, que se encadenará el lunes a las oficinas municipales en busca de una solución.