Septiembre de 2016: las modelos de la pasarela Couture Fashion Week de Nueva York combinan sus espectaculares vestidos con una boina diseñada en colaboración con Elósegui, esa mítica marca vasca, la misma que confeccionaba esas boinas que ponía nuestro abuelo el domingo. Acaba de comenzar el boom del sombrero y A Coruña no es ajena a esa tendencia. Después de que hace cinco años cerrase la legendaria sombrerería Dandy tras ochenta años de historia en la calle San Andrés, muy cerca, en la Estrecha, ha abierto hace unas semanas Austrohúngara y la ciudad vuelve a tener sombrerería.

La centenaria marca norteamericana Stetson, conocida por sus sombreros de vaquero del Oeste, los que se ponía John Wayne en las películas; la citada Elósegui, fundada en Tolosa en 1858 y hoy con presencia mundial; la sevillana Fernández y Roche, creada en 1885; o la conocida Kangol inglesa de 1938, popularizada por el cantante Juan Luis Guerra o el actor Samuel L. Jackson. Estas marcas tan antiguas como prestigiosas y de calidad conviven en Austrohúngara con las más modernas gorras como las Huf o las Brixton, las que gustan a los adolescentes estilo rapero y las que enamoran a las abuelas para ir a la playa o que quedan ideales para una boda. Y la tienda la ha abierto Jana López, que de adolescente compró su primera gorra en Dandy: una Kangol gris perla de tejido de verano que aún posee.

"Yo estudié Bellas Artes en Pontevedra y luego fui a vivir a Barcelona y después a Lisboa. En estos dos sitios estudié e hice cursos sobre sombrerería. Siempre me han gustado muchísimo los sombreros. Yo tenía más formación pictórica pero me interesó también el sombrero desde el punto de vista artístico, como escultura, además de ser moda. Intenté coger el local Dandy cuando cerró pero no pudo ser. Me encantaba lo bonito que era por dentro, en azul con las vitrinas, aquel mostrador... Y abrí este local el pasado 31 de marzo. Es un riesgo, algo muy especializado, pero también estamos en un momento en el que se está retomando mucho esta pieza, no solo para eventos, también para el día a día, en la calle, porque es un elemento que te diferencia, da distinción. Y los jóvenes han interiorizado muy bien lo de las gorras", explica Jana López.

Una puede ir por la calle con tenis y vaqueros pero se coloca una pamela negra en la cabeza y raro será que no se la queden mirando por la calle. Un sombrero te levanta él solo un look, te inyecta confianza y te defiende.

Jana abrió su sombrerería en un local que también es histórico y que ha respetado totalmente. "La droguería El Trébol, según me contó el dueño, abrió en los años 40. Era el almacén de la farmacia que está ahora al lado, y abrieron la droguería para la madre. El local es totalmente el original, respetamos todo menos el techo porque en los ochenta colocaron un falso techo. Se ha respetado el espíritu original porque también quería eso, construir un futuro a partir de un pasado, que convivan las dos cosas".

"Mi idea era mezclar tradición y modernidad, gorras y sombreros. Desde el primer día tenía muy claro que quería tener marcas de prestigio como Stetson, Elósegui o Fernández y Roche porque respeto mucho que una empresa sea centenaria haciendo estas piezas de forma artesanal y de calidad. Pero también cuento con marcas jóvenes como Láser de Barcelona, de 2010", subraya esta sombrerera llena de ilusión y entusiasmo y enamorada de su trabajo hasta el punto que confiese que le absorbe "las 24 horas los 7 días".

El sombrero resurge también por contagio de los looks que se ponen famosas como Rihanna o Lady Gaga. Jana recuerda cómo Gaga aparece con un sombrero rosa en la porta de su último disco, Joanne, diseñado por una artesana mexicana que también le hizo todos los que luce en la gira. Y en el reciente Festival de Coachella de California al que nunca faltan las famosas, prácticamente todas lucieron sombrero, entre ellas las Kardashian o Alessandra Ambrosio, entre otras.

"Vuelve el sombrero, se nota en las calles. Ahora ves viseras en la pasarela, por ejemplo. Ahora Inditex empieza a tener sombreros. Y de nuevo los jóvenes vuelven a copiar a los raperos como hicieron hace años con Kangol", explica la responsable de Austrohúngara, que también apunta lo último en la moda de cubrirse la cabeza: "el bombín. Vino otro día un chico de 20 años que dijo que es lo último y que quería uno para el invierno. Es genial ver gente joven que apuesta por los sombreros".

Austrohúngara ("el nombre es porque en todas las películas de Berlanga aparece este nombre, venga o no a cuento, le gustaba y a mí también") no solo es una sombrerería para vender sino también para confeccionar. Jana confecciona por encargo todo tipo de tocados a medida. "Mucho para bodas pero también para gente del teatro. Ahora mismo estoy haciendo un turbante, pero también hago pamelas y demás. Es la parte más interesante, crear. Al vender ves productos de prestigio, cómo están hechos, esa sombrerería tradicional a mano que no ha variado, y aprendes", explica.

Esta joven ha reparado en el hecho de que los jóvenes hoy apuestan por los negocios de antes. "Aquí en A Coruña chicos jóvenes han abierto muchas barberías, también locales de arreglar bicicletas, incluso ultramarinos...y yo una sombrerería. Sé que es algo muy específico y arriesgado pero si no hubiese abierto siempre me habría quedado el pesar de haber probado". Jana se despide entre sus sombreros con una sentencia: "Siempre hay un sombrero para cada persona".