¿Hay alguien ahí fuera? Al menos 42 planetas extrasolares son aptos para albergar vida

Representación de algunos de los planetas descubiertos por el telescopio Kepler.
Representación de algunos de los planetas descubiertos por el telescopio Kepler.
NASA
Representación de algunos de los planetas descubiertos por el telescopio Kepler.

La NASA anunció la semana pasada el descubrimiento de 1.284 planetas fuera del sistema solar. De ellos, al menos nueve orbitan en la zona habitable de una estrella. Esto no quiere decir que en esos planetas haya seres vivos o que sean aptos para que un ser humano camine por su superficie, sino que el brillo desprendido por el astro sobre el que orbitan propicia que se den condiciones de temperatura y presión favorables para la existencia de agua en forma líquida. Con estos nueve nuevos candidatos a albergar vida, la lista de cuerpos planetarios potencialmente habitables se eleva hasta 42.

¿Cómo se determina si un planeta es habitable?

El telescopio Kepler de la NASA es un buscador de planetas que permite analizar el espectro de más de 150.000 estrellas y detectar variaciones de brillo que indican el paso de un planeta por la órbita del astro.

"Alrededor de cada estrella se determina una región de habitabilidad, que es la zona en la cual, si hubiese agua en la superficie y la presión fuese adecuada, ese agua sería líquida. Si un planeta se encuentra en esa zona, es catalogado como habitable", explica Fernando Javier Gorgas, profesor en el Departamento de Astrofísica y Ciencias de la Atmósfera en la Universidad Compluense de Madrid.

¿Por qué se busca agua?

"Toda la vida que conocemos necesita de un medio dónde se pueda hacer una disolución. Dentro de las células, casi todo es agua. Es difícil imaginar la vida sin un sustrato como el agua", explica el profesor.

Sin embargo, Gorgas asegura que no se debe descartar de manera definitiva que puedan existir formas de vida no basadas en el agua; circunstancia que es obviada por los métodos de búsqueda de planetas habitables.

Por ejemplo, si se descubriese que el metano –que puede encontrarse en forma líquida en uno de los satélites de Saturno– puede ser un sustrato válido para dar lugar a ciertas formas de vida, la zona de habitabilidad alrededor de las estrellas debería ampliarse ya que ese material puede estar en estado líquido en temperaturas más bajas que el agua.

Por su parte, Alberto Fairen, investigador en el Centro de Astrobiología en Madrid y en el Departamento de la Universidad Cornell en Nueva York, explica que "la vida utiliza lo que tiene más a mano, los elementos más abundantes del universo". A su modo de ver, "el agua está en todas partes y no existen argumentos sólidos para invocar procesos exóticos para la biogénesis".

Por ello, y porque el agua es "extremadamente abundante en el universo" y el "medio óptimo para el crecimiento de las biomoléculas", Fairen rechaza las lineas argumentales que apuntan a que la vida precisa de "exotismos particulares". "Por ahora, no existen tales argumentos, sólo construcciones teóricas más o menos elegantes", subraya Fairén.

Lo que se desconoce de los planetas habitables

Aunque se asumiera que el agua es el único elemento que puede propiciar la existencia de vida, los métodos de investigación utilizados por el Kepler tienen una serie de deficiencias que, por la falta de posibilidades operativas, obvian factores determinantes para saber si este elemento podría encontrarse en forma líquida en un planeta.

Kepler mide el tamaño de un planeta y el periodo que tarda en orbitar su estrella, pero no aporta información sobre cómo es la geología, la atmósfera o los campos magnéticos de ese cuerpo planetario.

Sobre la atmósfera, se obvia la posibilidad de que un planeta sufra un aumento de temperatura por la incidencia de gases invernadero. Aunque habitualmente se apunta al factor humano como la causa de la existencia de estos gases en el planeta Tierra, este fenómeno puede aparecer por motivos ajenos a la intervención del hombre. "En Venus, por ejemplo, este fenómeno pasa a lo bestia", explica Gorgas.

Otro factor importante que se obvia a la hora de catalogar un planeta como habitable es la geología. "En la Tierra, la tectónica de placas mantiene la atmósfera estable, por lo que también influye sobre la temperatura", cuenta Gorgas.  "Además, tampoco se tiene en cuenta el campo magnético, que en nuestro planeta también afecta a la temperatura al protegernos de la radiación solar", concluye el profesor.

Alberto Fairen admite que "tal vez los criterios utilizados sean por ahora incompletos y mejorables", pero recuerda que "hace solo 20 años que se descubrió el prmier planeta extrasolar". A su modo de ver "solo estamos empezando a entederlos", por lo que es "normal y esperable" que los primeros pasos de una ciencia que "literalmente acaba de empezar a andar" tiendan a ser sencillos.

¿Cuántos planetas habitables existen?

Hasta el momento se han localizado 42 planetas extrasolares potencialmente habitables en distintas misiones de investigación. De ellos, nueve tienen una composición rocosa que se asemeja a la de la Tierra, lo que los convierte en los candidatos más firmes para albergar agua en estado liquido.

Entre esos candidatos rocosos se encuentran dos de los exoplanetas habitables más cercanos a la Tierra: el Kapetyn B, situado a 13 años luz de nuestro planeta y el Wolf 1061 c, que se encuentra a 14 años luz.

De los 42 cuerpos planetarios que configuran la lista de posibles planetas habitables, el más cercano a la Tierra es el Tau Ceti e, un exoplaneta no confirmado que se encuentra a 12 años luz de nuestro planeta. Por otro lado, los exoplanetas habitables más lejanos son Kepler-1606 b, situado a 2.869 años luz, y el Kepler-1638, a 2.866 años luz.

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