ARTE
David Antin, recuerdo de un profesor apasionado
El poeta, crítico y artista David Antin (Nueva York 1932) ha fallecido en San Diego, California, a la edad de 84 años
Prolífico en el despliegue del arte contemporáneo en su país, la obra de Antin transitó entre la poesía, la «performance» y la crítica de arte . De su influencia en la escena, sobretodo en la de los años 60 y 70, da cuenta su archivo que ha quedado depositado en el Getty Research Institute del J. Paul Getty Museum de Los Ángeles.
David Antin estaba casado con otra importante artista, Eleanor Antin . Si Antin desarrolló una sola forma literaria concebida como «talk piece», Eleanor ha basado su discurso en explorar la cultura, la historia y la identidad en múltiples formatos y propuestas formales. Juntos conformaban una pareja de artistas excepcional y era muy frecuente escuchar a David hablando de la obra de Eleonor.
En los años 70 ambos deciden marcharse a California para convertirse en profesores de arte en la Universidad de California, San Diego (UCSD). En aquella época el sur de California se presentó como un nuevo epicentro de creatividad alejada: física y espacialmente eran las antípodas de Nueva York, pero estaba cerca de Los Angeles y más aún de México y esa frontera con Tijuana, la frontera más transitada del mundo. Otros investigadores de arte como Sheldon Nodelman o cineastas como Jean-Pierre Gorin se establecieron en la misma universidad en la misma época, contribuyendo a crear el que hoy en día es considerado como uno de los espacios de arte universitario más importantes del país. Un espacio que, además, incluye en la actualidad una gran colección de arte, con piezas «site specific» de Bruce Nauman, John Baldessari o Jenny Holzer . Entre los artistas docentes de esta universidad destacan –lo cual es un indicador de su capacidad de atracción para los artistas– Barbara Kruger y Ham Steinbach , este último profesor emérito. Como también lo es Eleanor Antin y lo era David Antin, quien contribuyó sin duda a establer San Diego como un nuevo espacio de arte.
Lección magistral
Durante el año 2002 fui «Teacher Assistant» de David Antin en su asignatura Structure of Art en la UCSD. Yo había llegado a San Diego como un joven «Visiting Scholar» becado por la Cátedra Félix Huarte para terminar mi tesis doctoral sobre teoría del arte en Rothko. El trabajo de «Teacher Assistant» de Antin se convirtió en una de las experiencias más enriquecedoras que he podido tener para comprender a Rothko . Antin, que para mi representaba el carácter rothkiano, reunía en sus clases magistrales a una audiencia de 300 alumnos. Llegaba con dos carruseles de diapositivas Kodak, los entregaba al técnico de la sala y comenzaba su lección: sin apuntes, apoyándose en una mezcla de dos imágenes proyectadas, entonando distintas voces, haciendo poesía , y una gran «perfomance». Ssu capacidad de comunicación sobre arte era realmente única y uno entendía que estaba ante la realización de una obra de arte, en forma de un «talk piece».
La metonimia en arte, la capacidad de comprensión de las imágenes adentrándonos en ellas como símbolos era ejemplificada por un Antin que no dejaba de mirarte mientras hablaba. Escuchar y estudiar a Antin se convirtió para mi en un guión desde el que luego tener un debate y fue un ejercicio de comprensión de un artista que empatizaba. Y aquello me cambió.
Antin tenía una capacidad de comunicación única. En sus clases uno comprendía que estaba ante la realización de una obra de arte
Mientras escribo esto me acuerdo de aquellas palabras de otro joven investigador, William Seitz , que fue el primer investigador en realizar una tesis doctoral sobre el Expresionismo Abstracto a principios de los 50, coincidiendo con su eclosión. Seitz entrevistó a Rothko en tres ocasiones entre el año 1952 y 1953; al final de su primera entrevista, Seitz reconoció a Rothko que él también era artista. Y Rothko le respondió: «No sabía que también fuese usted pintor. ¿Por qué no le da prioridad a eso?». Y continuó realizando una crítica al sistema de cómo se enseña arte: «Las cosas que los estudiantes aprenden en esos horribles cursos de Historia (yo he asistido a ellos) se olvidan inmediatamente. Es únicamente el impacto de una personalidad sobre ellos (yo soy buen profesor, soy apasionado) lo que permanece ».
Antin pertenecía a esa misma especie de docente que defendía Rothko, explicaba desde el impacto personal y la pasión, que es lo que hace que la comprensión permanezca . Y a mi me metió de nuevo dentro del arte, y ahí me dejó.
Gracias. Descanse en paz.
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