CIUDAD DE MÉXICO (apro).- El primer año de gobierno del presidente estadunidense, Donald Trump, estuvo marcado por un ambiente de confrontación, polarización y protagonismo inusitados, así como de yerros y polémicas inimaginables, coincidieron académicos de la UNAM. En conferencia de prensa en el edificio Mario Molina de la Facultad de Química (FQ), Roberto Zepeda Martínez, del Centro de Investigaciones sobre América del Norte (CISAN); Eduardo Rosales Herrera, internacionalista de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Acatlán; y Óscar Clavellina, de la Facultad de Psicología (FP), analizaron la actuación del mandatario número 45 de Estados Unidos. Zepeda Martínez no dudó en vaticinar que en los próximos días Trump formalizará la salida de su gobierno del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN). “La semana próxima será determinante. El 23 de enero, cuando arranque la sexta ronda de negociaciones del TLCAN, podría ser el momento o a finales de marzo, cuando Trump reciba los resultados de todas las rondas”, dijo. El anuncio, explicó, no vincula directamente la acción de salirse del TLCAN, pues en ese país no sólo existe oposición de algunas cámaras de comercio, sino de estados fronterizos que tienen intercambio mercantil con México, además de que podría “estancarse” en el Congreso, el cual será renovado en noviembre próximo. Aunado a ello, prosiguió el experto del CISAN, se han colocado sobre la mesa temas que ni Canadá ni México están dispuestos a ceder, como las reglas de origen, en las que Estados Unidos pretende incrementar de 62% a 85% el contenido regional. Asimismo, dijo, el tópico de la cláusula de extinción, en el que el tratado terminaría cada cinco años, además de la eliminación del capítulo 19 para dirimir controversias comerciales. Abundó: “Uno de los logros que ha tenido en lo que va de esta administración es en términos macroeconómicos. Se ha presentado un crecimiento de poco más de 3% en el Producto Interno Bruto, con una creación de 1.8 millones de empleos, algo que ni en el primer año de Obama o de George W. Bush se presentó”. Zepeda Martínez consideró también que la forma de gobierno de Trump ya afectó de alguna manera en el electorado mexicano. Por ejemplo, explicó, las rondas de negociación del TLCAN -que terminarían en diciembre-, se han aplazado y eso ocasionó una afectación negativa al gobierno en turno y al partido de ambas naciones. Además, dijo que la alta volatilidad que se refleja en los bolsillos de millones de mexicanos cada vez que Trump anuncia su retiro del acuerdo comercial o lanza un tuit, afecta al peso y eso genera a su vez una postura del electorado mexicano. “Es muy difícil que un presidente con un entorno económico desfavorable pueda reelegirse, amén de que afecta obviamente al partido en el poder”, aseguró. Brújula geopolítica Eduardo Rosales Herrera, internacionalista de la FES Acatlán, sostuvo que Estados Unidos ha perdido la brújula geopolítica mundial ante China de manera económica y ante Rusia como potencia militar y energética. “Son cuatro los puntos que han caracterizado la administración de Trump: nacionalismo, aislacionismo, proteccionismo y unilateralismo. Será muy complicado que sea removido de su cargo por cualquier vía, por lo que no sólo habrá tres años de este gobierno, sino una probable reelección por cuatro más”. Ante la situación, resaltó que México requiere consolidar sus relaciones con América Latina y la Unión Europea, empero, se requiere una solución integral y de fondo. “Mientras no se transite de un modelo económico maquilador a industrializado, seguiremos dependiendo del exterior”. El internacionalista explicó también que a las elites económicas y políticas estadunidenses les preocupan los resultados de los comicios en México, pues de llegar a la Presidencia un candidato con ideas de izquierda tendría impactos en la relación económica con Estados Unidos. “En los círculos políticos de Estados Unidos se analiza de la siguiente manera: Si Donald Trump anuncia el retiro del TLCAN, esto favorecería a algún candidato de la izquierda en México. De ser así, probablemente el gobierno mexicano podría verse favorecido al grado de plantearle al gobierno norteamericano ‘¿qué quieres que gane: un candidato de izquierda o uno de derecha?’”. Por el contrario, siguió en su reflexión, del lado de Estados Unidos el anuncio de retiro -aunque después se retracte el presidente Trump- podría generar rentabilidad electoral y política a los demócratas de cara a sus elecciones intermedias. “No sabemos en la balanza qué es lo que pese más para Estados Unidos”, dijo Rosales Herrera. Otro factor determinante, detalló, es la reforma energética, pues hay temor en círculos estadunidenses de que la izquierda mexicana la abrogue. “Esto no les gusta a los vecinos porque hay fuertes intereses de ese país en el ramo petrolero y eso sí les afectaría”, dijo el especialista. Y concluyó: “Estos son elementos que están alrededor de las elecciones y que pueden impactar en un momento los pronunciamientos, las determinaciones y la toma de decisiones de la administración de los Estados Unidos con respecto a los comicios del país”. Óscar Clavellina, de la Facultad de Psicología (FP), explicó que Trump, según las ciencias del comportamiento, es un “líder carismático”, de los que se caracterizan por ser autoritarios y no necesariamente empáticos. “Este tipo de líder genera polémica y controversia, requiere el protagonismo, así que cada palabra, cada burla, cada exposición mediática, sea positiva o negativa, lo alimenta y lo robustece. Y nosotros todo el tiempo consumimos a Trump. Lo peor que podría pasarle sería ignorarlo”, dijo. Finalmente, expuso que el mandatario estadunidense maneja contundente la política de la certeza en sus promesas y acciones, “no importa si lo que dice es verdad o no, si es imposible o no; el discurso busca impactar. Él tenía todo, sólo buscó tener la Presidencia para ganar protagonismo. Así es el líder carismático”.