El comportamiento de los municipios de la comarca ha sido desigual en cuanto a su endeudamiento en este último lustro, caracterizado por la fuerte crisis económica. La gran mayoría contuvo e incluso redujo sus deudas con los bancos pero dos de ellos aumentaron: A Coruña y Carral.

En el año 2010, sin contar a la gran ciudad de A Coruña, Culleredo tenía una deuda viva sin parangón en toda el área metropolitana: 8,2 millones de euros. En 2014 (último dato del Ministerio de Hacienda) eran solo 5 millones lo que debía pero a pesar de esta reducción del 38,6% se mantiene como el ayuntamiento más endeudado. A Coruña tenía 74,6 millones de euros de débito entonces y el año pasado había subido a 75,6, un incremento del 1,2%.

El municipio de Carral, con poco más de 6.000 habitantes, debía 1,2 millones de euros a los bancos, una cifra que el año pasado llegó a los 3,2 millones, lo que supuso un incremento del 157,2%, el aumento más alto de toda el área metropolitana. Cada vecino de Carral tendría que abonar 538 euros para saldar la deuda de su concello.

Frente a estos datos se sitúan dos concellos que actualmente no tienen ningún crédito ni préstamo por amortizar: Abegondo, que en 2010 tenía 337.000 euros adeudados; y Arteixo, que pasó de 2,5 millones de pago pendiente a cero.

El resto de ayuntamientos del área metropolitana logró reducciones, pero más dispares. Betanzos es el que consiguió bajar más su pasivo al pasar de 3,1 millones a poco más de un millón, lo que supone una bajada del 67,7%.

Sada registró una rebaja parecida, del 61,7%, al dejar sus 1,3 millones de endeudamiento en 2010 a los poco más de un millón de euros del año pasado.

Oleiros es el municipio que tuvo una disminución más discreta de su deuda bancaria al pasar de 3,2 a 2,4 millones en este último lustro, una bajada que supone un 24,1%.

En el segundo cinturón de la comarca coruñesa, en el municipio de Miño, su nivel de endeudamiento, que hace años llegó a ser uno de los más altos de la comunidad gallega, también sigue siendo elevado: eran 4,3 millones en 2010 y el año pasado bajó a 3,3 millones, pero aún así a día de hoy supera al concello de Carral por su elevado pasivo. Este ayuntamiento además aún no abonó los 25 millones de euros a los expropiados de Fadesa y está pendiente de recurrir a un fondo estatal.

También lograron una deuda financiera cero en 2014 los concellos de Aranga, Boimorto, A Capela, Cerdido, Coirós, Curtis, Irixoa y Zas, en la provincia de A Coruña.