Mindset: La nueva psicología del éxito (Carol Dweck) – Resumen Animado

Transcripción del Vídeo:

Mindset: La nueva psicología del éxito, un libro que propone que existe una manera de pensar para obtener mejores resultados, que puede aprenderse y enseñarse.

Había una escuela en Chicago, donde los estudiantes que no conseguían pasar un curso, se les calificaba con «todavía no».

Esta idea es muy poderosa, porque permite entender que aún se está en proceso de aprendizaje.

En investigaciones donde se hizo resolver problemas matemáticos complejos a niños, algunos reaccionaron bien, sintiéndose motivados por la dificultad, lo que podemos llamar «mentalidad de desarrollo«.

Otros vieron la situación como una tragedia, y se posicionaron en una «mentalidad fija«, que supone que todo debía ser resuelto con las capacidades de ese momento.

En vez de apoyarse en la ayuda del todavía, se quedaron atrapados en la tiranía del ahora.

Los niños con mentalidad de desarrollo, no querían resolver varias veces problemas con la misma dificultad, y se vieron motivados por los que ofrecían un desafío mayor, mientras los otros niños preferían continuar resolviendo aquello que sabían cómo.

De hecho, los estudios indicaron que estos últimos aceptarían hacer trampa en un futuro.

En otro estudio, los niños que fracasaron, tendían a buscar a quienes obtuvieron peores resultados para sentirse mejor con ellos mismos.

Además, cuando los científicos midieron la actividad eléctrica del cerebro mientras los estudiantes se enfrentaban a los errores, los de mentalidad fija casi no tuvieron actividad, muy por el contrario de los niños con mentalidad de desarrollo.

Estas ideas pueden llevarse a la educación de los hijos.

Si los educamos en el espíritu del «ahora», se obsesionarán con logar notas altas más que en valorar los procesos de aprendizaje, y esto los llevará en su vida a una constante necesidad de aprobación o recompensa.

Para cambiar de mentalidad, podemos poner en práctica algunas ideas: Primero, debemos elogiar sabiamente.

Si elogiamos la inteligencia o el talento, estamos motivando a que se busque aprobación por lo que se tiene, en lugar de por aquello que se logra.

Por eso debemos elogiar el proceso: esfuerzo, estrategias, enfoque, perseverancia y progreso.

De hecho, en investigaciones sobre juegos matemáticos de computadora, se encontró que el uso de palabras como «todavía» y «aún no», les daban a los niños mayor confianza, y los motivaba a seguir avanzando.

Segundo, debemos enseñarles que tienen la capacidad de mejorar.

En un estudio se les enseñó a niños que cada vez que dan un paso fuera de su zona de confort para aprender algo nuevo, sus neuronas crean nuevos vínculos más fuertes, y con el tiempo pueden llegar a ser más inteligentes.

A los estudiantes a los que NO se les enseñó esto, recibieron notas cada vez más bajas durante la etapa escolar, y a los que SI, mejoraron notablemente cada vez.

Esto pudo demostrarse en estudios con miles de niños, especialmente en aquellos con dificultades.

Muchos niños como los provenientes de barrios pobres o comunidades aisladas, suelen obtener resultados consistentemente bajos.

Pero si se les enseña la mentalidad de desarrollo, brota la igualdad.

Los resultados han sido sorprendentes, y se debe a que los conceptos de esfuerzo y de dificultad se redefinieron para ellos, pasaron de sentirse tontos por sus fracasos, a sentirse motivados por los desafíos.

Y es que los niños no son conscientes de las dificultades mientras no les hagan creer que no pueden.

Esto puede verse en los bebés que aprenden a caminar, que lo intentan una y otra vez, sin entender esa enorme complejidad, solo lo intentan de manera constante hasta que un día lo logran.

Los adultos normalmente están alentándolos y ayudándolos, y esto promueve al bebé a seguir en busca de su objetivo.

Cuando crecemos perdemos en buena medida esa capacidad de persistir, y esta es una de las razones por las que aprendemos más de niños que de grandes, y no por una condición particular presente en la niñez.

Por esto debemos educar a los niños sin juzgarlos, fortaleciendo su autoconfianza, y enseñándoles la importancia de la resiliencia y de los procesos más allá de los resultados, para evitar que se conviertan en adultos paralizados por el fracaso.

Los adultos exitosos han construido para sí mismos una mentalidad de desarrollo.

No buscan comprobar que tienen razón, ni necesitan demostrarle a otros que están en lo cierto, solo buscan seguir aprendiendo.

La curiosidad los motiva, no temen preguntar lo que no entienden, y se enfocan en el proceso más que en el resultado, permitiéndoles disfrutar del recorrido independientemente del logro.

Cada uno de nosotros utiliza una mentalidad fija en algún ámbito, pero todos podemos cambiarla hacia una mentalidad de desarrollo.

Cuando la mentalidad cambia, todo puede cambiar.

Fuente: Mindset: La nueva psicología del éxito (Carol Dweck) – Resumen Animado Youtube

Test de 1 Minuto: ¿Qué probabilidad tengo de enamorarme de la PNL?