Un misionero de la orden de San Juan de Dios que llegó el sábado de Liberia ha ingresado poco después de la medianoche de este viernes en el hospital Carlos III de Madrid al presentar fiebre, han informado fuentes sanitarias.

El misionero español presentó los primeros síntomas este jueves, con más de 37 de fiebre, según confirmaron a 20minutos fuentes de la orden de San Juan de Dios, la misma a la que pertenecían los dos religiosos fallecidos, Miguel Pajares y Manuel García Viejo. Este religioso –del que no quisieron facilitar el nombre– pasó "toda su vida en África", contaron, pero habría regresado a España "hace unos años". Ahora, tras la muerte de sus compañeros "quiso volver" para "ver la situación en persona", por lo que viajó a Liberia.

Al parecer, este misionero ha estado en Liberia "como mucho un mes", dice uno de sus hermanos. "Esta mañana [por ayer por la mañana] le hemos llamado desde Burgos [que es donde él reside habitualmente] y nos ha dicho que solo tenía una faringitis", cuentan sus compañeros.

La Orden Hospitalaria de San Juan de Dios (OHSJD) ha afirmado que el misionero no estuvo en contacto con enfermos de ébola. En un comunicado, la orden señala que el misionero, que llegó a España el sábado procedente de Liberia, "se considera un paciente de bajo riesgo, al no haber estado en contacto con enfermos de ébola, dado que el Hospital San José de Monrovia, donde ha estado alojado, se encuentra cerrado desde el pasado 1 de agosto".

La OHSJD confirma que el misionero ha ingresado directamente en el Hospital Carlos III, como marca el protocolo, sin haber sido ingresado ni atendido previamente en ningún otro centro sanitario.

La orden de San Juan de Dios es la misma a la que pertenecían los religiosos Miguel Pajares y Manuel García Viejo, que se contagiaron de ébola en Liberia y Sierra Leona, respectivamente. Ambos fueron repatriados por el Gobierno español y fallecieron a los pocos días en el Carlos III.

Con este religioso aumenta a tres el número de personas que este jueves han sido trasladadas a dicho hospital, después de que por la mañana se decidiera el ingreso de un hombre que viajó en la misma ambulancia que Teresa Romero, la auxiliar de enfermería contagiada por ébola, y un viajero procedente de París con fiebre y escalofríos.