Jordi Pujol devuelve la Medalla de Barcelona tras confesar que defraudó a Hacienda

El expresidente de la Generalitat Jordi Pujol, durante su intervención en un mitin electoral de CiU, en Granollers (Barcelona), en el último fin de semana de campaña antes de las elecciones del 25N.
El expresidente de la Generalitat Jordi Pujol, durante su intervención en un mitin electoral de CiU, en Granollers (Barcelona), en el último fin de semana de campaña antes de las elecciones del 25N.
EFE
El expresidente de la Generalitat Jordi Pujol, durante su intervención en un mitin electoral de CiU, en Granollers (Barcelona), en el último fin de semana de campaña antes de las elecciones del 25N.

El expresidente de la Generalitat de Cataluña Jordi Pujol ha devuelto al Ayuntamiento de Barcelona la Medalla de Oro de la Ciudad que le fue otorgada por el plenario del consejo municipal en el año 1992, cuando el alcalde de la ciudad era el socialista Pasquall Maragall.

Según informó este miércoles el Ayuntamiento de Barcelona, Pujol ha enviado la condecoración junto con una carta dirigida al actual primer edil, Xavier Trias, que representa a Convengencia Democrática de Cataluña (CDC), partido creado por el propio Pujol. La misiva, fechada el 31 de julio pasado, se registró en el Consistorio el pasado lunes 18 de agosto. En ella, el fundador aclara que ofrece la distinción respondiendo a la petición que la institución le hizo hace pocos días.

Pujol confesó el pasado 25 de julio que había mantenido oculta una fortuna en el extranjero durante 34 años, dinero que nunca declaró a la Hacienda española. En ese momento, el PSC le exigió que la Medalla de Oro con la que la ciudad le reconoció hace 14 años fuese reintegrada al Ayuntamiento. Xavier Trías valoró entonces que Pujol había cometido un "error gravísimo" al evadir su fortuna al fisco, por lo que era mejor que devolviese el galardón antes de que hubiese que pedírselo.

Ante la Justicia

Artur Mas, presidente de la Generalitat, comunicó el 29 de julio que su padrino político renunciaba a sus privilegios como ex jefe del ejecutivo autonómico, entre los que se incluían una pensión vitalicia de 82.100 euros brutos anuales, una despacho situado en el Paseo de Gracias —una de las zonas más exclusivas de la ciudad—, un coche oficial y personal a su servicio, entre los que están un chófer y una secretaria.

Tras su confesión, que tuvo lugar mediante un comunicado enviado a los medios de información catalanes, Pujol ha recibido una notificación de la Agencia Tributaria. Además, la magistrada del Juzgado de Instrucción 31 de Barcelona, que instruye las diligencias abiertas a Pujol y a su esposa, Marta Ferrusola, le ha requerido que aporte el testamento de su padre y la aceptación de la herencia por su parte y por la de su mujer.

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