Políticas de Trump generarán la 'sociedad más desigual del mundo”, alerta relator especial de ONU

viernes, 15 de diciembre de 2017 · 21:08
CIUDAD DE MÉXICO (apro).- La administración de Donald Trump en Estados Unidos aún no cumple un año, pero los estragos sociales de sus políticas ya están en la puerta: los recortes “drásticos” al gasto social, sumados a la reforma fiscal que beneficiará a los más ricos, generarán “la sociedad más desigual del mundo”, se alarmó hoy Philip Alston, el relator especial de la ONU sobre pobreza extrema y derechos humanos. Al concluir una visita de dos semanas en el país más rico del mundo, el relator realizó un diagnóstico aterrador sobre la realidad estadunidense, lejano al mítico “sueño americano”. Entre otros, señaló la brutalidad del sistema hacia los pobres, denunció el racismo institucional y la violencia contra los consumidores de drogas, e incluso planteó que la democracia estadunidense --que tantos presumen-- se encuentra “socavada”. En Estados Unidos, 40 millones de personas viven en la pobreza –entre ellos una cuarta parte de los jóvenes--, un número creciente de ciudadanos cae en pobreza extrema y más de medio millón de personas vive en la calle. El poderoso vecino de México se ubica en el lugar 35 de los 37 países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) en materia de desigualdad y pobreza –solo México y Chile resultan peores--; mientras que la tasa de obesidad y la de mortalidad infantil son las más elevadas del “mundo desarrollado”. Y no es todo. Estados Unidos gasta más en su aparato militar que China, Arabia Saudita, Rusia, Reino Unido, India, Francia y Japón juntos; la tasa de encarcelamiento es la más alta del mundo –por encima de Rusia, Cuba o Turkmenistán-- y la tasa de abstención electoral resulta una de las más importantes de la OCDE. “He visto muchas cosas en las últimas dos semanas (…) vi un policía de San Francisco ordenar a un grupo de personas en situación de calle que se moviera, y quedarse sin respuesta cuando le preguntaron adónde debían irse; escuché cómo miles de personas pobres tuvieron notificaciones de infracciones menores que parecían estar diseñadas para explotar rápidamente en deudas impagables (…) vi personas que perdieron todos sus dientes porque la gran mayoría de los programas sociales para los más pobres no cubre la atención dental para adultos”, se indignó Alston. Si bien esta realidad social es producto de décadas de fallidas políticas sociales –incluso en las administraciones demócratas--, el experto subrayó que las reformas de Trump –en materia fiscal, social y ambiental-- agravarán de manera dramática la situación, pues aceleran la privatización de los servicios públicos y reducen la –ya escasa-- recaudación de impuestos a los más ricos. El relator también se dijo “impactado” por la manera caricatural con la que actores políticos y ciertos medios de comunicación inventan las diferencias entre ricos y pobres: según esta versión, “los ricos son industriales, empresarios, patriotas y los motores del éxito económico”, mientras que “los pobres son derrochadores, perdedores y estafadores”. “La realidad que vi es, en realidad, muy distinta. Es un hecho que muchos de los más ricos no pagan las mismas tasas de impuestos que otros, acumulan muchas de sus riquezas en offshore, y a menudo tienen sus ganancias de la pura especulación en lugar de contribuir a la riqueza global de la comunidad estadunidense”, subrayó. El experto añadió que, si bien persiste el mito racista que asocia la población negra con la pobreza, en realidad la población caucasiana pobre rebasa en 8 millones a la afroamericana. “El rostro de la pobreza en Estados Unidos no es solamente negro o hispano, también es blanco, asiático y muchos otros colores”, insistió, al advertir sobre la “explosión” de pobreza extrema en las comunidades indígenas estadunidenses. “Algunos políticos con los que hablé estaban completamente vendidos a la narrativa según la cual los pobres están sentados en sofás confortables, mirando la televisión en color mientras navegan en sus celulares, todo pagado por el Estado de Bienestar. Me pregunto cuántos de estos políticos han visitado áreas pobres y hablado con quienes sobreviven ahí”, declaró. Por ello, sin apuntar directamente a Trump, Alston fustigó el discurso neoliberal según el cual se requiere eliminar las prestaciones sociales para obligar a los desempleados a conseguir un trabajo con el que sobrevivirían sin necesidad de apoyos gubernamentales. “Hablé con trabajadores de Walmart y otras grandes tiendas de autoservicio, quienes no podrían sobrevivir con un salario de tiempo completo sin recurrir al mismo tiempo a los cupones de alimentos”.

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